Por: FRANCISCO MEDINA PALMEROS
CD. CARDEL.- Gerardo Pérez Hernández, militar del 83 Batallón de Infantería, ebrio por completo y manejando un automóvil ajeno, no conforme con chocar contra un taxi de la puenteña comunidad de Chichicaxtle, insultó y amenazó al ruletero de que no le pagaría y que le metería de plomazos, por lo que fue necesaria la presencia de policías municipales que procedieron a detenerlo.
Los hechos se registraron ayer al estamparse contra un taxista del pueblo de Chichicaxtle, mismo a quien con todo y unidad automotor lo metió a una propiedad debido al fuerte impacto, y como si él no hubiese sido el responsable, se bajó del carro que conducía y arremetió contra todo mundo, haciendo alarde de influyentismo e intentando sacar una pistola de su coche.
Una llamada de los vecinos alertó a los policías comandados por Martín Romero Utrera, quienes de inmediato se apersonaron al lugar del escándalo que provocaba el ebrio militar que exigía le pagaran a él los daños del vehículo que manejaba, más no así hacerse responsable de lo que él había provocado. Como la amenaza era seria, uniformados lo rodearon y lo sometieron, enviándolo a la cárcel local.
El militar Gerardo Pérez Hernández tiene 35 años de edad y de acuerdo a su identificación oficial pertenece al 83 Batallón de Infantería; anoche durmió en la cárcel puenteña, informando la policía que sería entregado a sus superiores para que estos lo obliguen a pagar sus fechorías y a no desprestigiar su uniforme.
Los hechos se registraron ayer al estamparse contra un taxista del pueblo de Chichicaxtle, mismo a quien con todo y unidad automotor lo metió a una propiedad debido al fuerte impacto, y como si él no hubiese sido el responsable, se bajó del carro que conducía y arremetió contra todo mundo, haciendo alarde de influyentismo e intentando sacar una pistola de su coche.
Una llamada de los vecinos alertó a los policías comandados por Martín Romero Utrera, quienes de inmediato se apersonaron al lugar del escándalo que provocaba el ebrio militar que exigía le pagaran a él los daños del vehículo que manejaba, más no así hacerse responsable de lo que él había provocado. Como la amenaza era seria, uniformados lo rodearon y lo sometieron, enviándolo a la cárcel local.
El militar Gerardo Pérez Hernández tiene 35 años de edad y de acuerdo a su identificación oficial pertenece al 83 Batallón de Infantería; anoche durmió en la cárcel puenteña, informando la policía que sería entregado a sus superiores para que estos lo obliguen a pagar sus fechorías y a no desprestigiar su uniforme.
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